DESCRIPCIÓN

Tareas a realizar y contenido sobre lengua para los curso de 4º y 6º de E. Primaria de CEO BOECILLO.

jueves, 26 de marzo de 2020

CARTA PARA LOS ENFERMOS DEL COVID -19-Todos los cursos


Buenos días familias,

El otro día me puse en contacto con el Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Como actividad os propongo lo siguiente: escribir una carta a los enfermos del COVID-19 como muestra de ánimo y solidaridad pues se encuentran aislados; y así trabajamos de paso también la carta. Como fecha límite tenéis hasta el domingo 29 de marzo a las 12 de la noche y me lo enviáis al siguiente correo henarceoboecillo@gmail.com y yo se lo haré llegar al hospital a la dirección que me han propuesto.
La extensión de la carta que no supere una cara de un folio.

Muchas gracias.

Henar.

---------------------------------------------A TENER EN CUENTA-----------------------------------------

ESTRUCTURA DE LA CARTA:


LA CARTA

1.-¿Sabes qué es una carta?

Una carta es un medio de comunicación escrito por un emisor (remitente) enviada a un receptor (destinatario).

2- Estilo de la carta

El estilo de la carta debe ser adecuado para el receptor y entendible:

- Formal, si se trata de asuntos oficiales, públicos o de negocios. Es una carta dirigida a una persona que no conocemos o con quien no tenemos amistad. Es generalmente más breve, porque quien escribe tiene la intención de ser más preciso y concreto con lo que quiere decir.

- Coloquial o informal, si se dirige a familia o amigos y se usa un lenguaje coloquial que ambos entiendan. Es informal porque la relación es de confianza.

- Familiar, que podría ser un derivado de la anterior, con la única diferencia de que ésta es específicamente para familiares.

- Extremadamente formal, en estos casos se nota una distancia aun mayor con el receptor. Además, al momento de colocar a quién se dirige la carta debe ponerse: Señor/Señora (su cargo. Ej.: Directora de la Institución) Don/Doña (Nombre y Apellido).

3- Partes de la carta

Usualmente, una carta se compone de cuatro partes: encabezado (lugar y fecha; destinatario); el cuerpo de la carta; despedida y firma. A veces se agrega una postdata.

Postdata: se agrega cuando se ha olvidado decir algo en el cuerpo de la carta.
 


Tarea para el día 26/03/2020-6º P


Buenos días familia,
Hoy comenzamos trimestre y tema nuevo.
Tema 9

Vamos a empezar con algo que ya es conocido por todos pues lo llevamos trabajando durante mucho tiempo: SUJETO Y PREDICADO. Lo q vais a encontrar en estas actividades son los mínimos que tendréis que saber manejar ante el análisis de una oración.
Para hoy, vamos a leer la teoría, que repito, ya la hemos visto el curso pasado y repasado este; y después vamos a hacer los ejercicios 1 y 2 de la página 148.

Tareas para el día 26/03/2020-4º P


CORRECCIÓN EJERCICIOS DEL DÍA 25/03/2O20-6º P


CORRECCIÓN EJERCICIOS DEL DÍA 25/03/2020-4º P



viernes, 20 de marzo de 2020

Tarea para el "finde"21-22/03/2020-4º p y 6º p

Buenas noches alumn@s!!!
Por fín es viernes, como diríamos en clase. Siguiendo la misma dinámica, no mandaré deberes, simplemente repasar los verbos y repasar la teoría trabajada.
Mañana colgaré las actividades del día 20/03/2020 corregidas.
Os echo de menos.
Un saludo!!

Tarea para el día 20/03/2020-6º P


Tarea para el día 20/03/2020-4º P

Libro de texto:

- Página 132, ejercicios 1 y 2.
- Página 133, ejercicio 7.

CORRECCIONES EJERCICIOS DÍA 19-03-2020-6º P



CORRECCIONES EJERCICIOS DÍA 19-03-2020-4º P


¡ÁNIMO!20-03-2020-6º P


¡ÁNIMO!20-03-2020-4º P


jueves, 19 de marzo de 2020

CORRECCIÓN EJERCICIOS DÍA 18-03-2020-6º P.



CORRECCIÓN EJERCICIOS DÍA 18-03-2020-4º P.


Tarea para el día 19/Marzo/2020-4º Primaria




EJERCICIOS 8,9,10  y 11 DE LA PÁGINA 123

Tarea para el día 19/Marzo/2020-6º Primaria



Cuento: "LAS OLAS": 4º y 6 º Primaria-19/03/2020

Buenos días mis queridos alumnos.
Os envío un cuento escrito por otro escritor vallisoletano y yo misma para practicar la lectura.
Hace referencia al momento que estamos viviendo.
Espero que os guste y os haga reflexionar y sacar lo mejor de uno mismo.

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LAS OLAS

La ola no parecía muy alta. Con el agua por los tobillos, y armada con un cubo y una pala, Lucía esperaba el impacto desafiante pero segura de poder vencer al mar. Llegó la ola, y al romper en la arena, arrastró unos metros a  Lucía hacia la playa. Acabó totalmente empapada, rebozada de arena como una croqueta humana y unos trocitos de algas pegados en su pelo.
Aprendió que la ola, aunque no era muy alta, tenía una fuerza descomunal.
Las primeras noticias que llegaban al pequeño pueblo costero eran de países lejanos, países mucho peores y menos civilizados que el nuestro. Esos países donde pasan cosas que en la avanzada y rica Europa no pueden suceder.
Pero el runrún aumentaba cada día más y más, como una ola lejana en el horizonte. Un nuevo caso más cerca, otro dudoso, pero aquí todo estaba controlado. Somos el primer mundo, estamos preparados.
Cuando el virus ya había atravesado nuestras fronteras, la vida aún seguía igual; total, eran pocos casos. Se bromeaba tomando una caña en las terrazas o con los memes de las redes sociales que no paraban de bombardear y saturar los teléfonos móviles. Pero las olas, aunque se muevan lentas, siempre llegan a la playa. De pronto todo se aceleró, se aplicaron medidas restrictivas, intensas, inimaginables apenas unos días antes.
Las farmacias se quedaron sin mascarillas, en los supermercados los carros iban cargados hasta arriba como si fuera el fin del mundo.
Cuando doña Eulalia, apoyada en su bastón, buscaba las bandejas de pollo en los estantes vacíos, la reponedora del supermercado solo pudo ofrecerle un paquete de tofu y una lata abollada de lentejas.
-Hija, y el tal tofu este... ¿cómo lo cocino? Porque guisar un pollo o empanar un filete aún se hacerlo-. Preguntó la anciana.
La reponedora se encogió de hombros, no supo contestarle y siguió reponiendo las estanterías con geles de baño y toallitas de papel. Doña Eulalia iba dos o tres veces por semana a ese supermercado, nunca gastaba más de diez euros pues su pensión no daba para más y su despensa estaba al día.
Lucía solo tenía cinco años y no comprendía muy bien lo que estaba sucediendo a su alrededor. Solo se hablaba de un nuevo virus muy importante que debía ser el rey de todos porque llevaba corona. Las personas se movían demasiado deprisa, nerviosas, como eléctricas. Sus padres subían del súper con bolsas repletas de carne envasada, latas de comida, jabones, guantes,... y montones de rollos de papel higiénico.-¿Para qué tanto papel? -Se preguntaba si ya sabía perfectamente utilizar el baño. En el cole, su profe Cristina, le había contado que en la calle había un bicho muy malo que mordía el culete a los niños y niñas que salían a la calle; por ese motivo iban a suspender las clases durante un tiempo. -¡Qué lástima! - Pensó. Con lo bien que se lo pasaba en clase con sus amigos. Les iba a echar tanto de menos... Así que Lucía se ponía de puntillas y asomaba su naricilla por el balcón. El aire olía a paseo, pero sabía que no se podía salir, su culete corría un gran peligro.
En la televisión habían decretado el Estado de Alarma. Ella no entendía de esas cosas. Lo único que le hacía feliz era que sus papás estaban en casa todo el tiempo, aunque no paraban de hacer números cada noche diciendo que no sabían que iban a hacer con el negocio si esta situación se alargaba mucho. 
Cada mañana, se asomaba a la ventana a la misma hora y veía a doña Eulalia por la calle con su bastón y su bolsa del pan. Caminaba muy despacio, asegurándose cada uno de sus pasos, hasta que dos mujeres casi la tiran al suelo al pasar por su lado sin percatarse de ello para entrar al supermercado corriendo al grito de: ¡No hay más papel higiénico! A Lucía le dio mucha pena doña Eulalia. Era muy simpática con ella siempre. Estaba decidida. Tenía que hacer algo para ayudarla. Preguntó a papá, pero estaba demasiado ocupado haciendo números; y a mamá, pero sólo se dedicaba a colocar rollos de papel y latas de comida en las estanterías. Así que tenía que contar únicamente con sus pequeñas ideas de cinco años. Cogió un papel y escribió una nota pegándola con celo en la puerta del ascensor:
“HOLA, SOY LUCÍA. TENGO CINCO AÑOS. SI QUIERES PUEDO AYUDARTE A CRUZAR LA CALLE Y LLEVAR TU BOLSA DEL PAN PARA QUE NADIE TE TIRE AL SUELO”.

Quizás fue ese cartel con letras de colores el que puso las cosas en su sitio. Porque estos días en que nos vemos obligados a estar encerrados en casa para frenar al “bicho”, nos haga sacar valores que la humanidad lleva en el interior y que el ritmo frenético y superficial que teníamos hasta ahora había tapado. Alguien del barrio recordó, que cuando era niño, doña Eulalia siempre llevaba caramelos en el bolso y en el parque los niños se arremolinaban a su alrededor. Otro vecino recordó que cuando era niño y se cayó de la bici, fue doña Eulalia quien le levantó del suelo y le curó con agua y jabón las heridas de sus rodillas. Que poco costaba ahora acercarle el pan a su casa. La mamá de Lucía se dio cuenta que tenían más latas de las que podían comer en meses, por qué no ofrecer si alguien lo necesitaba.
Y en ese bloque, en ese barrio, en la era del whatsapp, internet y los satélites, sucedió algo sorprendente. Las puertas de los ascensores, de los portales, las farolas ... se llenaron de hojas de papel. Unas con letras bonitas, otras de impresora, algunas con faltas de ortografía e incluso en idiomas variopintos; pero en todas ellas se ofrecían cosas valiosas que habíamos olvidado. Ir a por el pan, sacar al perro, llevar medicinas o simplemente poner un número de teléfono para quien quisiera hablar si se sentía solo.
Lucía sin saberlo, con su idea pequeña de cinco años, había conseguido hacer algo gigantesco. Había llegado al corazón de las personas sacando lo mejor de uno mismo.
Doña Eulalia, al abrir al día siguiente la puerta de su casa para bajar a por el pan, se encontró una caja con latas de comida, pan, leche y... varias bandejas de pollo.

Texto: Henar Recio y Fran M. Sanz
Ilustraciones: Henar Recio